Hace no mucho tiempo, mientras volvía en el autobús a mi casa, escuché una conversación entre un anciano y un joven. El anciano le contaba que en sus tiempos, en el colegio, a los profesores se les trataba con mucho más respeto, que se les llamaba de usted.
Entonces esto me hizo pensar en los colegios que se habla con los profesores de tú y en los que se habla de usted.
Hay personas que piensan que hablar de usted es un poco exagerado. Que a los profesores se les puede tratar con respeto sin hablar de esa manera.
También dicen que depende del profesor, porque a los más cercanos no tienen por qué hablarles de usted. Hay otros que dicen que dependen de la edad del profesor.
Y que si el profesor no te habla de usted, tú tampoco tienes por qué hacerlo.
Pero hay otras personas que no piensan así. Piensan que hablar de usted es, aparte de respeto, lejanía. Piensan que no tiene que haber cercanía entre el profesor y el alumno.
Dicen que tampoco depende del profesor que sea, ya que todos merecen el mismo respeto, y que hay que hablarles de usted aunque ellos te tuteen, porque el profesor merece respeto por parte del alumno.
Y esto me hace llegar a una conclusión. Pienso que a los profesores se les puede respetar perfectamente sin tener que usar fórmulas de tratamiento, pero que es conveniente usarlas, porque así estaremos acostumbrados a emplear el registro formal en cualquier situación.
Estoy de acuerdo en que debe de haber lejanía entre el alumno y el profesor, y que a todos los profesores se les debe tratar de usted, sin ninguna preferencia, y aunque estos no te traten de la misma manera.
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